Partiremos por reconocer algunos conceptos que traen claridad a la hora de hablar de violencia obstétrica. Inicialmente, se es necesario comprender que es la Obstetricia (para saber cuando acudir a la atención de médicos obstetras) la cual es una especialidad médica que se encarga de la mujer en todo su periodo fértil, es decir durante la gestación, el parto y el puerperio, entonces, sabes ¿qué es el puerperio?
El puerperio es conocido también como post parto, un período que inmediatamente sigue al parto y que se extiende el tiempo necesario (tradicionalmente 40 días) para que el cuerpo materno en toda su integralidad vuelva a las condiciones pregestacionales, aminorando las características adquiridas durante el embarazo. En el puerperio también se incluye el período de las primeras 24 horas después del parto, que recibe el nombre de post parto inmediato.
Es fundamental realizar la comprensión de estos conceptos, ya que permite ponerse en contexto, bien sea de reflexión personal, o de orientación a las mujeres que nos rodean, un conocimiento esencial de la salud básica femenina que nos compete, independiente de la decisión de vivir la maternidad o no, el cual podría concebirse como una generosidad de género.
Por lo anterior, comprendiendo cual es la funcionalidad de la obstetricia, podemos hacer una idea de las formas en que se violenta la naturaleza femenina en este campo, trasgrediendo no solo desde el daño físico, además de ello, impactando de manera traumática a nivel psicológico y emocional.
¿Qué es la violencia obstétrica?
Es una forma de violencia de género, que hace referencia particularmente a las acciones de parte de las entidades de salud, cuya consecuencia esta en la afección de la psicología y sexualidad de la mujer, acciones que se ejercen sobre el cuerpo y los procesos reproductivos, que pueden ser catalogados como un trato deshumanizado, que no está manifiesto unicamente en la trasgresión física inmediata, también en el abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales.
¿Qué es violencia obstétrica según la OMS?
La Organización Mundial de Salud la señala como aquella forma de violencia que sufren las mujeres durante el embarazo o el parto al recibir un maltrato físico, humillación y abuso verbal, o procedimientos médicos no consentidos.
En este punto, tenemos conceptos claros, comprendemos que si la OMS identifica este acto como una forma de violentar, lo que debiese aplicarse en el orden lógico, es la prohibición de estas maneras abruptas que siguen aconteciendo en el día a día en las instalaciones hospitalarias, lo cual, lamentablemente no sucede de esta manera, más alla de instaurarse en el papel, o en el discurso teórico, lo cierto, es que día a día siguen naciendo multiples personas a traves del repetitivo trato deshumanizado a la materna, lo que hace pensar de nuevo, en que muy seguramente esto influye de manera relevante en el desroden social que vivimos, ya que la forma en que nacemos y morimos es trascendental.
Quiero aclarar que no es este un discurso de género, mas bien, estas palabras buscan generar una conciencia que invite a pensarse el nacimiento, la integridad femenina, mas que femenina, humana, como una pieza fundamental de la construcción social.
Es este un artículo de adquisición de pequeños conceptos, donde también deseo compartir algunas inquietudes que me surgen cuando trato este tema, estas inquietudes son:
¿La violencia desde el masculino cotidiano ( cualquier tipo de relación con el otro) podría entrar en esta forma establecida de trasgresión?
¿Cuándo el Ginecólogo nos examina y ordena el consumo de hormonas nocivas para la salud, o nos define como mujeres deútero enfermo (curiomente, al menos en Colombia, la mayoría de ginecólogos en las EPS, Entidad Prestadora de Salud, son hombres) ¿se podría considerar también un acto violento?
Estas inquietudes surgen a partir de las experiencias periódicas en las que me encuentro atendiendo a mujeres que relatan altamente frustradas, el vacío y el maltrato que han recibido en sus relaciones de pareja desde la sexualidad, o en la cita de Ginecología donde ante una consulta por una afección uterina, reciben la respuesta de que “es normal” lo que les esta sucediendo, y salen recetadas con medicamentos que por la alteración hormonal que generan, no desean tomar. En realidad, ¿puede ser considerado un dolor continuo, una iregularidad menstrual, una anomalia en el conducto vaginal, como algo normal?
Tal vez sean muchas preguntas, pero cada una de ellas, nos invita a reflexionar y a considerar la importancia que tiene acceder a la información que dada la necesidad, nos apoye como mujeres en la defensa de nuestros derechos, antes de acceder a cualquier proceso que se corelacione con nuestro sistema reproductivo, y que la adquisición de estos conocimientos, sea una herramienta que permita declarar con firmeza que “no es normal” que nuestro cuerpo presente iregularidades, o que seamos consideradas un ente que tiene el compromiso o la condición de entegar placer sexual de manera involuntaria.
Creo que hay mucho por plasmar frente a esta temática, de manera verbal o escrita, donde se invite a las mujeres a generar y participar de espacios de construcción femenina (no feminista) que fortalezcan la identidad, autonomía y carácter necesarios para velar por el cuidado de ese segundo corazón que procesa gran parte de nuestras emociones y percepciones, el corazón uterino, un pequeño organo que tiene la gran misión de albergar, gestar y dar a luz la vida.
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Autora : Xochi Bucuru Botache
Médico tradicional, gestora cultural y comunicadora a través de medios visuales y escritos, directora de Cultural Tras la Huella.
Es proveniente de familia materna indígena, su raíz indio mestiza le ha llevado a cultivar por herencia la medicina tradicional la cual combina con el arte y la espiritualidad, lo que le proporciona un contacto más humano e íntegro con la salud. Desde su juventud la creación narrativa, la composición de cantos medicina y letras sencillas han decorado su vida y le han proporcionado una cercanía a la óptica y la sensibilidad artística.